miércoles, 12 de noviembre de 2014

LA NOVELA REALISTA (Parte 2)


 4- BENITO PÉREZ GALDÓS



              4.1- VIDA E IDEOLOGÍA 

                    4.1.1- Escribe los datos biográficos más importantes y di cómo era su ideología política:

           Benito Pérez Galdós fue uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX en España y un narrador que se ha labrado un hueco en la historia literaria de nuestro país. Nacido en las Palmas el 10 de mayo de 1843, Galdós fue criado en una numerosa familia grancanaria, donde comenzó sus estudios en un avanzado colegio de la provincia. Durante la agitada vida de este personaje, numerosas aficiones como el dibujo, la música o la carrera de Derecho atrajeron su atención, mas finalmente terminó decantándose por su verdadera vocación, la escritura, la cual le permitía, a pesar de su tremenda timidez, expresar subjetivamente lo que albergaba en su interior. Por ello, una vez finalizado su bachillerato se transladó a Madrid, donde comenzó su labor periodística en "La Nación", un prestigioso periódico liberal en el que llegó a publicar más de ciento treinta artículos. Posteriormente, ese mismo año, Galdós presenció dos acontecimientos que lo marcarían de por vida: los tumultos producidos en la Noche de San Daniel, en 1865, una violenta revuelta estudiantil que enfrentó a unos universitarios con el ejército; y la sublevación de los sargentos en el Cuartel de San Gil, en 1866, y su posterior fusilamiento. Dichos sucesos los rememora en una de sus publicaciones, en la cual pronuncia: "Madrid era un infierno". 


      A pesar de su afición por la escritura, Galdós participó en la política, con una ideología progresista y liberal, luchando contra el fanatismo político y reivindicando la posible combinación entre el respeto y la actividad política mediante discusiones civilizadas. Por ello, participó en las filas del Partido Liberal de Sagasta (con aún en vigor los métodos caciquiles explicados en el punto 3.1.4 de la primera parte), y llegó a ser el dirigente de la coalición republicano-socialista, además de haber sido elegido como representante en las cortes de 1907 por la ciudad de Madrid. No obstante, terminó por separarse de su destino político, ya que alegaba que no era su verdadera vocación. Asimismo, intentó sumergirse en la Real Academia Española, mas no tuvo éxito. 


      Finalmente, Galdós acabó padeciendo una ceguera total que, junto con la incapacidad por parte del comité de premios, acorralado por las potencias políticas que deseaban el fracaso de nuestro escritor, le impidieron recibir el prestigioso y merecido Premio Nobel de Literatura en 1912, comenzó una cruda etapa económica que terminó por conducirle a la muerte el 4 de enero de 1920.


      Por otro lado, cabe destacar ciertas curiosidades de dicho peculiar personaje, como el constante uso de un puro o cigarrillo (podemos observarlo en la imagen de arriba), su capacidad retentiva cerebral, que le permitía recordar fragmentos enteros de libros como el Quijote, sin apenas dificultad; o la realización de viajes ferroviarios en la clase pobre como método eficaz para encontrar diálogos que redactar en sus novelas mediante las conversaciones que él mismo escuchaba en el tren. 





              4.2- CLASIFICACIÓN DE SU  NOVELA

               4.2.1- Novelas de tesis: explica sus principales características, los  errores  que comete Galdós en ellas y pon algún título.

      Las novelas de "tesis" o "tendencia" pertenecen al conjunto de obras de la primera época publicadas entre 1870 y 1879, en las cuales el autor estructura el relato entre dos mundos visionados de forma totalmente opuesta: la parte con personajes conservadores, intolerantes, fanáticos y enemigos de los cambios, obsesionados en retroceder al Antiguo Régimen; contra la España liberal, con ideas democráticas y científicas, obsesionados con una búsqueda incesante del progreso mediante la ciencia y el trabajo.

      El afán aleccionador y la intención de Galdós por exponer conflictos ideológicos en dichas obras son, posiblemente, los causantes de que carezcan de una perfección absoluta ya que, al representar personajes simbolistas de ideas, carecen de complejidad psicológica, además de encontrar la trama un tanto simple y elemental, ubicada en lugares imaginarios e inventados, careciente todo ello de las características realistas que hacen de las novelas una atracción para la sociedad de la época. Asimismo, nuestro escritor se arma de la hipérbole (exageración), la ironía y el simbolismo en nombres de lugares y personas (como doña Perfecta), y los comentarios del narrador se vuelven constantes y con una intención moral de la obra. Además, los personajes cobran una actitud rígida y abstracta mediante la cual Galdós puede exponer sus opiniones personales, en su caso una idea política de carácter progresista, por lo que se convierten en portadores de ideas, y se dividirán en buenos y malos.

      Entre las obras de dicho grupo destacamos las siguientes: "La Fontana de Oro" (1870), "el Audaz" (1871), "Doña Perfecta" (1876), "Gloria" (1876-1877), "Marianela (1878), o "La Familia de León Roch" (1879). 
 


                   4.2.2- Novelas contemporáneas: explica qué cambios se producen respecto a las de tesis, qué novela se considera la primera cronológicamente y cuál la mejor.

      Posteriores a las novelas de tesis, surgen las novelas "contemporáneas", grupo formado por 24 obras en las que Galdós se convierte en un observador crítico, pero imparcial de la sociedad española, en las que retrata todo tipo de clases de la sociedad madrileña (comerciantes, prestamistas, caseros, nobles, parados, mendigos...), sobre todo la media-burguesa, en toda su grandeza y su miseria, con sus utopías de cara a sus bajezas, sus lujos frente a sus pobrezas o sus comportamientos quijotescos (expresión utilizada con personas que se comportan de manera semejante a las características propias de Quijote) con sus pasiones egoístas. De este modo, ahora Galdós permite al lector sacar su propia conclusión sobre la situación social y política de la época, sin necesidad de que sea él quien se las disponga.

      Con ellas, se va a limitar a corregir ciertos errores cometidos en las anteriores. A diferencia de las novelas de tesis, los personajes, que ya no son buenos (pobres, progresistas) o malos (ricos, tradicionalistas), dejan de representar un mero símbolo, adoptando personalidades complejas y bien definidas, además de poseer aspectos externos, psicológicos y lenguajes totalmente diferenciados, poblando los ambientes y espacios más diversos, retratados de una forma mucho más realista. Muchos de ellos aparecen en varias novelas, con distinta relevancia, componiendo así un complejo entramado de relaciones familiares y sociales, una de las notas distintivas del mundo novelesco de Galdós. Por otro lado, son más cercanos a la inmediata realidad, tanto en su comportamiento como en su forma de hablar, y emplean el humor, la ironía o la parodia para dar lujo a sus diálogos. Además, utiliza el monólogo interior entre los personajes de sus obras, por lo que dichas novelas se acercan más al estilo realista de la época, mas considera oportuno incluir en ocasiones la fantasía, ya que la percibe como una parte integrante más de la realidad. Por otro lado, la narración combina la primera persona verbal con la tercera del autor omnisciente, interviniendo de forma cambiante: introduciéndose en determinadas ocasiones o manteniéndose distante en otra.

      Cronológicamente, este grupo comienza con la publicación de "la Desheredada" en 1881. No obstante, la novela culminante por excelencia es "Fortunata y Jacinta" (1886-1887), considerada una de las obras clave de la literatura de nuestro país, en la que nos vamos a centrar posteriormente.



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